El Poder de la Información

La información es una poderosa herramienta de control que a menudo se utiliza para moldear la opinión pública e influir en la toma de decisiones.

En la Era de la Información (también conocida como era digital, era informática o era del conocimiento), el gran desafío es ser críticos con los datos que recibimos y buscar fuentes diversas y confiables para obtener una visión más completa y precisa de la realidad, y discernir qué información es verdadera y cuál es un gran engaño egoísta que responde a los intereses de unos pocos (los representantes del poder económico global).

"¡Qué fácil es hacer creer una mentira, y qué difícil es deshacer esa obra!"

Autobiography of Mark Twain (1835-1910), Volume 2: The Complete and Authoritative Edition (Volume 11) (Mark Twain Papers) Hardcover – Illustrated, October 5, 2013. Mark Twain (Author), Robert Hirst Benjamin Griffin (Editor), Harriet E. Smith (Editor), Victor Fischer (Editor), Michael Barry Frank (Editor), Sharon K. Goetz (Editor), Leslie Diane Myrick (Editor). Page 302.
El sistema económico actual fue meticulosamente diseñado y preparado para ser detonado en el momento preciso, con un único y maquiavélico objetivo de empobrecer al pueblo a niveles nunca antes alcanzados y de enriquecer y concentrar recursos/poder en una élite que no llega al 1% de la población mundial.

Para entender el mundo en el que vivimos, debemos conocer cómo se utiliza la manipulación de la información como herramienta de control con el fin de influir en el receptor hacia el punto de vista del emisor, ocultando datos o distorsionándolos al momento de dar un enfoque a un tema o en el tratamiento parcial del mismo. Por ejemplo, si nos centramos en la relación entre Occidente y Oriente Medio, que es compleja, está influida por una variedad de factores, entre ellos la política, la economía y la cultura. Sin embargo, una de las herramientas más poderosas que se ha utilizado para dar forma a esta relación es la gestión de la pseudoinformación.

Esta información engañosa se utiliza para crear una falsa realidad, presentando en el caso mencionado a Occidente como defensor de la democracia y la libertad, y al Medio Oriente como una región atrasada y autoritaria. Esto podría justificar una intervención militar en la región y buscar legitimar la ocupación de territorios y la explotación de recursos naturales, como ha sucedido en muchas ocasiones.

"Si controlamos la prensa, controlaremos las mentes. Si controlamos las mentes, controlaremos el mundo".
Moses Haim Montefiore, primer barón, FRS (1784-1885), financiero y banquero británico, activista, filántropo y alguacil de Londres. Nacido en una familia judía de origen italiano, donó grandes sumas de dinero para promover la industria, los negocios, el desarrollo económico, la educación y la salud entre la comunidad judía del Levante, incluida la fundación de Mishkenot Sha'ananim en 1860, el primer asentamiento del Nuevo Yishuv.

Por ello, como hemos mencionado anteriormente, es importante ser críticos con los datos que recibimos y buscar fuentes fiables para obtener una visión más completa y precisa de la realidad. La relación entre Occidente y Oriente Medio es un claro ejemplo de cómo la información puede utilizarse para crear una narrativa que beneficie a determinados grupos o intereses (los representantes del poder económico global).

"Las élites saben la verdad sobre el asesinato de John F. Kennedy, pero los medios guardan silencio"
Brothers: The Hidden History of the Kennedy Years por David Talbot. 2007. 492 páginas.
David Talbot (1951) es un periodista, autor, editor, activista e historiador independiente estadounidense. Talbot es conocido por sus libros sobre la historia oculta del poder estadounidense y los movimientos liberales para cambiar Estados Unidos, así como por su defensa pública.

El Papel de los Medios de Comunicación

La función esencial de una agencia de medios está definida fundamentalmente por la manipulación de la información destinada a controlar la opinión pública, pero sus objetivos no son sociales ni desinteresados ​​como los describe la mitología de la objetividad periodística.

Las famosas banderas "éticas" del periodismo: imparcialidad, objetividad, libertad de expresión, no son más que mitos que encubren el multimillonario negocio mediático que moviliza diariamente el mercado de la información a escala global.

El proceso de fabricación y distribución de información no está motivado por la necesidad de "informar" sino por la necesidad capitalista de vender noticias (el producto). Para lograrlo, los medios de comunicación (como cualquier empresa capitalista) generan necesidades de consumo masivo en la sociedad (el mercado) y trazan estrategias informativas orientadas a promover el crecimiento empresarial y posicionarse para competir exitosamente en el mercado (la búsqueda de ganancias).

Las tácticas y estrategias militares son sustituidas por tácticas y estrategias de control social, a través de la manipulación de la información y la acción psicológica dirigida a dirigir el comportamiento social masivo. Los objetivos ya no son físicos (como en el orden militar tradicional) sino psicológicos y sociales. El objetivo ya no apunta a la destrucción de elementos materiales (bases militares, soldados, infraestructuras civiles, etc.), sino al control del cerebro humano.

En primer lugar, la información es una mercancía destinada a producir rentabilidad económica como cualquier otro producto comercial ofrecido en el mercado capitalista. En términos funcionales, las agencias de noticias no se guían por objetivos sociales sino por la búsqueda de beneficios económicos.

En segundo lugar, debido al carácter estratégico de la función comunicativa que desempeñan (desde el punto de vista de preservar la "gobernabilidad" del sistema) los medios de comunicación, éstos son herramientas clave para el control (y/o manipulación) de los procesos económicos, políticos y sociales.

"La manipulación consciente e inteligente de las opiniones y hábitos establecidos de las masas, es un elemento importante en una sociedad democrática. Aquellos que manipulan este mecanismo invisible de la sociedad, constituyen un gobierno oculto (los representantes del poder económico global), que es el verdadero poder gobernante del país."
Edward Louis Bernays (1891-1995), escribió esta frase en su libro Propaganda, publicado en 1928. En él, Bernays planteó la idea de que era posible manipular el comportamiento de las personas sin que se dieran cuenta si se comprendía la mente colectiva. Para ello, Bernays utilizó las ideas de su tío, Sigmund Freud, sobre el inconsciente individual.
Bernays fue publicista, periodista e inventor de la teoría de la propaganda y las relaciones públicas. Judío de nacionalidad austríaca, utilizó ideas relacionadas con el inconsciente en Norteamérica para la persuasión del «sí mismo» (self) en el ámbito publicitario masivo.

Los medios de comunicación no practican la objetividad informativa ni la independencia editorial por dos razones prácticas principales:

  1. Son agencias que no operan con objetivos sociales sino con objetivos comerciales sujetos a la búsqueda de la ley de rentabilidad capitalista.
  2. Su dependencia estructural del sistema de poder económico que controla todos los resortes de la producción, las finanzas y el comercio internacional, por encima de los países y a escala planetaria.

Las acciones de los grandes conglomerados mediáticos (tanto a nivel local como internacional) no están orientadas, como quieren hacernos creer, a servir los intereses de la sociedad sino a servir los intereses de los grupos económicos y políticos dominantes que constituyen su mayor fuente de financiamiento y rentabilidad comercial.

Los que están en el poder (los representantes del poder económico global) sólo invierten dinero en los medios a cambio de servicios. En el negocio de la información, como en cualquier empresa comercial, los medios de comunicación sólo trabajan para quienes pagan (o pueden pagar) por sus servicios de "información".

La guerra por la dominación y el control de las sociedades y las mentes sólo se produjo a través de la interacción funcional de la tecnología (medios de comunicación) y la informática (inteligencia artificial) orientada al objetivo de control y dominación a través de una estrategia de comunicación.

Así como las grandes corporaciones económicas fijan las reglas del mercado y determinan los precios, las grandes corporaciones mediáticas fijan las reglas y determinan diariamente qué es "noticia" y qué "no es noticia" en el mercado de la información a nivel local e internacional.

Debido a la mejora de las técnicas de propaganda, es difícil distinguir qué es información y qué es propaganda en el conflicto actual.

La "valorización" de las noticias difundidas masivamente no está determinada por la búsqueda de conocimiento o la comprensión de los procesos económicos, políticos y sociales, sino por la búsqueda de ganancias o por la defensa de intereses específicos del sistema del que extraen la mayor parte de su rentabilidad comercial. Además de las ventas al público y las suscripciones, la mayor parte de la rentabilidad comercial del gigantesco y multimillonario negocio de los monopolios periodísticos se alimenta principalmente de dos fuentes de financiación:

  1. Los grandes grupos económicos que concentran la economía y el comercio exterior.
  2. El Gobierno y los grupos políticos del Estado capitalista (tanto central como periférico).

La mayor parte de los beneficios de los conglomerados mediáticos procede de los grandes conglomerados bancarios, industriales y de servicios, que constituyen la mayor parte del "pastel" publicitario acordado comercialmente por los monopolios de la información. De hecho, estos grupos de poder son los encargados de censurar a quienes no sirven a sus intereses, incluso con ayuda de la tecnología.

En 2015 surgió un nuevo sistema regulador, el Fact Check (International Fact-Checking Network). Ese mismo año se creó la Red Internacional de Verificadores de Datos, distribuida por todo el mundo y encargada de determinar qué publicaciones son fiables y cuáles no. Toda esta red de verificadores de datos está dirigida por el Instituto Poynter de Florida, que recibe generosos subsidios de entidades como Google, la Fundación Bill y Melinda Gates y la Fundación Open Society del polémico magnate George Soros.

Como bien lo describe la destacada escritora y periodista española Cristina Martín Jiménez, "Entran en tus redes sociales, entran en tu muro de Facebook, en tu Twitter, y califican de bulo esa información que es peligrosa para el poder. ¿Peligrosa por qué? Porque contiene la semilla del despertar".

Estrategia de Distracción

El elemento principal del control social es la estrategia de distracción, que consiste en desviar la atención pública de los problemas importantes y de los cambios decididos por las élites políticas y económicas, mediante la técnica de un flujo continuo de distracciones e información insignificante.

La estrategia de distracción es igualmente indispensable para evitar que el público se interese por conocimientos esenciales en las áreas de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética, "manteniendo la atención del público distraída, lejos de los problemas sociales reales, cautivada por cuestiones sin importancia real".

"Debemos distraer la atención del público de los problemas sociales reales y mantenerlo cautivado por cuestiones que no son importantes. Hay que mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin tiempo para pensar, en la granja y con los demás animales"
Cita extraída del libro 10 estrategias de manipulación (Armas silenciosas para guerras silenciosas, de Noam Chomsky). Noam Chomsky (1928), lingüista, filósofo, politólogo, intelectual y activista estadounidense de origen judío. Profesor emérito de Lingüística del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y una de las figuras principales de la lingüística del siglo XX. El New York Times lo ha calificado como "el más importante de los intelectuales contemporáneos".

El principio básico de la censura moderna es inundar la información esencial con un diluvio de noticias insignificantes difundidas por una multitud de medios sociales con contenido similar. Esto permite que la nueva censura tenga todas las apariencias del pluralismo y la democracia. Esta estrategia de entretenimiento y distracción se aplica principalmente a los informativos televisados, principal fuente de información pública.

Hoy en día, los programas informativos apenas contienen información o noticias relevantes, sino que transmiten informes anecdóticos sobre diversos hechos y eventos intrascendentes, más apropiados para una revista televisada que para una agencia de noticias. Para la mayoría de los espectadores que están dispuestos a ver las noticias, lo que ven es todo lo que sucede.

Ley del Mercado 

Según esta estrategia argumentativa, no habría información y análisis sobre temas verdaderamente importantes, en tiempo oportuno y con especialistas en el tema, porque el público no lo pide. Así, en lugar de financiar programas de investigación o crear paneles de debate de expertos sobre temas importantes, se centran en programas de patetismo y programas de revista factuales, convirtiendo las noticias en una mezcla de ambos.

Basta analizar cualquier noticiero, observando que la mayoría de las noticias son simplemente un resumen de un hecho sin análisis ni investigación o, lo que es peor, reportajes pintorescos, noticias deportivas, publicidad subliminal sobre alguna nueva película o cantante, etc. Es la estrategia de la distracción.

La riqueza de las 84 personas más ricas del mundo supera el Producto Interno Bruto (PIB) de China, con sus 1.200 millones de habitantes. Fuente: ONU-PNUD 1998.

Mantener a la Audiencia en Absoluta Ignorancia

Para hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y esclavitud, "la calidad de la educación dada a las clases sociales bajas debe ser lo más pobre o mediocre posible, de modo que la brecha de ignorancia que aísla a las clases bajas de las clases sociales altas sea y siga siendo incomprensible para las clases sociales bajas".

Incitar al público a sentirse cómodo con su vulgaridad y su incultura, a regocijarse en su propia mediocridad y, lejos de intentar escapar de ella, a enorgullecerse de ser mediocre e infundir en el individuo un sentimiento de culpabilidad haciéndole creer que él es el único responsable de su desgracia, debido a la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico o los grandes grupos de poder (el 1% controla el 50% de los recursos del mundo y sólo 60 multimillonarios y magnates tienen la misma riqueza que 3.500 millones de personas), el individuo se desvaloriza y se culpabiliza, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de la acción.

En el siglo XXI, es hora de despertar y empezar a cuestionar toda la información que recibimos. En la Era del Conocimiento, la información se difunde rápidamente y puede tener un impacto significativo en la forma en que percibimos los acontecimientos. No hacerlo puede ponernos en desventaja en comparación con otros que sí poseen datos y hacernos socialmente susceptibles a la manipulación.


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