Más de 1.900 científicos niegan la emergencia climática
Miles de profesionales de todo el mundo se oponen a la política de cero emisiones netas de CO2 para 2050 y firman un mensaje urgente en el que exigen que la ciencia del clima sea menos política.

Día y noche, todos los medios de comunicación repiten que el mundo se convertirá en un infierno inhabitable si no se toman decisiones decisivas para combatir el cambio climático. Sin embargo, la realidad es que cada vez más personas sospechan que detrás de la emergencia climática, proclamada con crecientes niveles de histeria, hay planes de control demográfico, aunque sólo sea porque los creadores de la narrativa del cambio climático y la ebullición planetaria no parecen haber cambiado un ápice su forma de vida.
Los escépticos tienen ahora como aliados a un nutrido grupo de científicos de todo el mundo que han firmado una declaración en la que descartan la existencia de una crisis climática e insisten en que el dióxido de carbono es beneficioso para la Tierra, contrariamente a la narrativa alarmista popular.
Hoy en día, muchos científicos y expertos afirman que estamos inmersos en un cambio climático acelerado como consecuencia de la acción del hombre, especialmente debido a las emisiones de gases de efecto invernadero de los últimos años. Una teoría que ha sido comprada por los gobiernos de prácticamente todos los países del mundo y que ha quedado plasmada en el Protocolo de Kioto o el Tratado de París, que fijan el objetivo de una reducción significativa de esas emisiones. Sin embargo, hay otros que afirman que este cambio del clima se debe simplemente a un ciclo normal de la Tierra y que ya ha ocurrido en otras ocasiones, por lo que consideran que las medidas adoptadas por los Estados para reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera son innecesarias.
Por eso, más de 1.900 científicos y profesionales de todo el mundo se han unido bajo la declaración There is no climate emergency (No hay emergencia climática) para preparar lo que han llamado un "mensaje urgente" en el que exigen que la ciencia del clima sea menos política "mientras que las políticas climáticas deben ser más científicas".
Según el manifiesto, promovido por la Climate Intelligence Foundation (CLINTEL), el archivo geológico revela que el clima de la Tierra ha variado desde la existencia del planeta, con fases naturales de frío y calor. «La Pequeña Edad del Hielo terminó en 1850, por lo tanto, no sorprende que ahora estemos experimentando un período de calentamiento».
También señalan que el mundo se ha calentado significativamente menos de lo previsto por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) basándose en el forzamiento antropogénico modelado.
«El CO2 no es un contaminante»
Las emisiones de dióxido de carbono (CO2) han estado en el punto de mira en los últimos años. Por ello, los firmantes recuerdan que el CO2 es alimento vegetal, «la base de toda la vida en la Tierra» y que, por tanto, no es un contaminante. «Más CO2 es beneficioso para la naturaleza y hace más verde la Tierra: más CO2 en el aire ha promovido el crecimiento de la biomasa vegetal mundial y también es bueno para la agricultura, ya que aumenta el rendimiento de los cultivos en todo el mundo».
Por otro lado, recalcan que el calentamiento global no ha aumentado los desastres naturales, ya que no hay evidencia estadística de que se estén intensificando los huracanes, las inundaciones, las sequías y los desastres naturales similares, o haciéndolos más frecuentes. Sin embargo, afirman que sí que existe una amplia evidencia de que las medidas de mitigación de CO2 son tan dañinas como costosas.
Los científicos terminan el manifiesto diciendo que no hay ninguna emergencia climática y que, por tanto, no hay motivo de pánico ni alarma: «Nos oponemos firmemente a la política dañina y poco realista de cero emisiones netas de CO2 propuesta para 2050. Si surgen mejores enfoques, y ciertamente surgirán, tenemos tiempo suficiente para reflexionar y readaptarnos. El objetivo de la política global debería ser la 'prosperidad para todos' proporcionando energía fiable y asequible en todo momento. En una sociedad próspera, los hombres y las mujeres tienen una buena educación, las tasas de natalidad son bajas y la gente se preocupa por su medio ambiente».
Entre los firmantes se encuentran 12 españoles, todos ellos médicos o profesores de distintas universidades del país, además de los premios Nobel Ivar Giaever y John F. Clauser. Esta declaración ha reunido a una amplia variedad de científicos de todo el mundo.
CLINTEL considera que el conocimiento y la experiencia de este grupo son "esenciales para lograr una visión equilibrada, desapasionada y competente del cambio climático".