Netanyahu elogia el plan de Trump para Gaza: "Es una idea extraordinaria. ¿Qué tiene de malo?"

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, calificó la propuesta del presidente estadounidense, Donald Trump, de que los palestinos abandonen la Franja de Gaza como una idea extraordinaria.

"La idea de permitir que los habitantes de Gaza que quieran irse se vayan, ¿qué tiene de malo?", preguntó Netanyahu el miércoles en una entrevista con el canal estadounidense Fox News.

"Pueden irse, pueden volver, pueden reubicarse y volver. Pero Gaza tiene que ser reconstruida y si quieres reconstruir Gaza no puedes. Esta es la primera buena idea que he escuchado, es una idea extraordinaria y creo que debería ser estudiada, analizada y llevada adelante, porque creo que creará un futuro diferente para todos", añadió. Aunque Netanyahu incluyó en sus comentarios el regreso de los palestinos una vez reconstruida la Franja, Trump sugirió el martes que deberían encontrar un nuevo lugar para vivir.

"Deberían conseguir un hermoso pedazo de tierra nueva y conseguir que alguna gente aporte el dinero para construirla y hacerla agradable y habitable", dijo el presidente estadounidense.

"Creo que sería mucho mejor que regresar a Gaza, que ha sufrido décadas y décadas de muerte", dijo, hablando con periodistas después de firmar varias órdenes ejecutivas y antes de su reunión con Netanyahu en Washington.

"Mi esperanza es que podamos hacer algo realmente bueno, realmente agradable, de lo que no quieran regresar. ¿Por qué querrían regresar? El lugar ha sido un infierno", dijo Trump a los periodistas en la Oficina Oval. Tras la reunión, Trump leyó una declaración en una conferencia de prensa conjunta en la Casa Blanca en la que dijo: "Estados Unidos tomará el control de la Franja de Gaza y haremos un trabajo con ella también. Seremos dueños de ella. Y seremos responsables de desmantelar todas las bombas peligrosas sin explotar y otras armas en este lugar".

El presidente norteamericano aseguró que ese territorio puede ser desarrollado económicamente y ser convertido en "la Riviera de Medio Oriente".

Cuando los periodistas le preguntaron si su propuesta para Gaza significaba que abandonaba la solución de dos Estados, uno israelí y otro palestino, Trump dijo que se trataba de una recomendación muy fuerte y que no tenía nada que ver con la solución de dos Estados. Además, indicó que las personas que residen allí han vivido una existencia miserable, por lo que deberían irse, pues si lo hacen no recibirán disparos ni serán destruidos.

El presidente dijo que ha hablado con muchos dirigentes sobre esta posibilidad y aseguró que están de acuerdo porque quieren paz y estabilidad. Dijo que la reubicación de los habitantes de Gaza debería ser pagada por los países más ricos de la región, para que puedan vivir cómodamente y en paz.

Este jueves, en un posteo en la red social Truth Social, Trump aclaró que "no se necesitarían soldados estadounidenses" para tomar Gaza porque se haría al concluir el combate.

Varios gobiernos de Oriente Medio han rechazado sistemáticamente las propuestas de reubicar a las personas desplazadas de Gaza, advirtiendo que tal medida amenazaría la estabilidad regional.

En declaraciones a los periodistas, altos funcionarios de la administración Trump negaron que el presidente quisiera expulsar por la fuerza a la gente de Gaza. En cambio, dijeron, Trump quiere hacer que el área sea habitable, y agregaron que la reconstrucción podría tomar entre 10 y 15 años debido a los daños causados ​​por el conflicto.

Conflicto por los países de reubicación

El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, dijo el jueves que ha dado instrucciones a las Fuerzas de Defensa de Israel para "preparar un plan que le permitirá a cualquier residente de Gaza que desee irse que lo haga, a cualquier país que tenga la voluntad de recibirlo". Mientras Trump dijo que el reasentamiento de los habitantes de Gaza debería tener lugar en la región, Katz señaló a los países europeos.

"Países como España, Irlanda, Noruega y otros, que han acusado falsamente a Israel de sus acciones en Gaza, están legalmente obligados a permitir a los habitantes de Gaza entrar en su territorio", escribió el jueves en la red social X. "Si se niegan a hacerlo, su hipocresía quedará al descubierto. Mientras tanto, países como Canadá, que tiene un programa de inmigración estructurado, ya han expresado su voluntad de acoger a los residentes de Gaza", añadió.

El ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, respondió en una entrevista diciendo que "la tierra de los palestinos en Gaza es Gaza, que debe ser parte del futuro Estado palestino como quieren España y la mayoría de los países del planeta". "Unos 150 (países) reconocen a Palestina, que es el futuro de los palestinos y de su tierra", afirmó.

Mientras tanto, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Irlanda dijo en un comunicado que "el objetivo debe ser un aumento masivo de la ayuda a Gaza, el retorno de los servicios básicos y un marco claro dentro del cual las personas desplazadas puedan regresar", y que "cualquier comentario en sentido contrario es inútil y una fuente de distracción".

¿Qué significará esto para la región?

Algunos palestinos de Gaza podrían estar dispuestos a irse si se presentara la oportunidad, pero incluso suponiendo que un millón de ellos estuviera de acuerdo, eso todavía dejaría 1,2 millones de habitantes de Gaza allí, y Estados Unidos tendría que recurrir a la fuerza si quisiera expulsarlos. Tras la desastrosa intervención estadounidense en Irak en 2003, una medida de ese tipo sería extremadamente impopular en Estados Unidos. Y sería el fin de cualquier atisbo de esperanza para una solución de dos Estados para el prolongado conflicto palestino-israelí, la idea que ha sido ampliamente aceptada por la comunidad internacional durante décadas de que la paz requiere un Estado palestino que pueda coexistir con Israel.

El gobierno de Netanyahu se ha opuesto obstinadamente a la idea y, a lo largo de los años y de los procesos de paz fallidos, la solución de dos Estados se ha convertido en un eslogan vacío. Pero ha sido un pilar de la política exterior estadounidense desde principios de la década de 1990.

El plan de Trump también violaría abiertamente el derecho internacional y echaría por tierra cualquier pretensión de que Washington todavía cree en un orden internacional basado en reglas. Las ambiciones territoriales de Rusia en Ucrania y las de China en Taiwán.

Se estima que dos tercios de los edificios de Gaza han resultado dañados, si no destruidos, después de 15 meses de guerra.

El ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, dijo que Trump ha proporcionado la respuesta a la pregunta sobre el futuro de Gaza tras los ataques de Hamás a Israel el 7 de octubre de 2024.

En un comunicado, afirmó: "Quien haya cometido la masacre más terrible en nuestra tierra descubrirá que ha perdido la suya para siempre. Finalmente, con la ayuda de Dios, actuaremos ahora para enterrar la peligrosa idea de un Estado palestino".

La posible respuesta de Hamás

Hamás y otros grupos armados palestinos podrían considerar necesario responder a los comentarios de Trump con acciones enérgicas contra Israel. Para los palestinos, el conflicto con Israel está motivado por el recuerdo de la pérdida de su tierra, la "Nakba" ("la catástrofe"), como llaman al éxodo de palestinos que siguió a la guerra de 1948 en la que Israel obtuvo su independencia.

Más de 700.000 palestinos huyeron o fueron desplazados de sus hogares por las fuerzas israelíes. Sólo un puñado de ellos pudieron regresar y el nuevo Estado de Israel aprobó leyes que aún siguen en vigor para confiscar sus propiedades. Ahora muchos temen que algo así pueda volver a ocurrir.

Donald Trump e Irán

Mientras el mundo todavía digería su anuncio sobre Gaza, Trump publicó en su plataforma Truth Social su deseo de un "acuerdo de paz nuclear verificado" con Irán. El régimen iraní niega que quiera armas nucleares, pero ha habido un debate abierto en Teherán sobre si está ahora tan amenazado que necesita la máxima disuasión.

Durante muchos años, Netanyahu ha querido que Estados Unidos, con ayuda de Israel, destruya las instalaciones nucleares de Irán. Llegar a un acuerdo con Irán nunca fue parte de su plan.

Durante el primer mandato de Trump, Netanyahu libró una larga campaña para persuadirlo de que retirara a Estados Unidos del acuerdo nuclear que la administración de Barack Obama firmó con Irán, lo que finalmente hizo. Si Trump quería ofrecer a la extrema derecha israelí algo para mantenerla contenta mientras hacía propuestas a los iraníes, lo ha logrado. Pero también ha creado incertidumbre y ha inyectado más inestabilidad en la región más turbulenta del mundo.