Operación Popeye: Cuando el Clima se utilizó como Arma de Guerra
En la guerra de Vietnam, las fuerzas militares modificaron por primera vez el medio ambiente con fines hostiles. Su objetivo era aumentar la cantidad de lluvia en zonas específicas para dificultar el uso de las carreteras por parte del enemigo. Cuando esto se conoció, la humanidad acordó prohibir la manipulación del medio ambiente como arma.
La participación de Estados Unidos en el conflicto de Vietnam había comenzado con poco menos de 1.000 hombres a principios de 1960. En 1967, el número había aumentado a casi medio millón de soldados. El esfuerzo norteamericano por frenar el avance del comunismo exigía una gran cantidad de recursos económicos y humanos sin obtener claras ventajas militares, y empezaban a alzarse las primeras voces contra la intervención en el conflicto.
Había llegado el momento de utilizar, con el mayor secreto, un arma poco convencional y controvertida.
Ruta Ho Chi Minh
A pesar de todo ello, la logística de las fuerzas comunistas era imparable. La Ruta Ho Chi Minh era un conjunto de caminos y carreteras con una longitud total de 16.000 km, controlada por la República Democrática de Vietnam (Vietnam del Norte, comunista), que atravesaba el territorio de Laos y Camboya y llegaba hasta la República de Vietnam (Vietnam del Sur), por donde pasaban combatientes, armas y material bélico destinados a la resistencia comunista. Para los estadounidenses, era una prioridad cortar esa cadena logística para ganar la guerra.
En el sudeste asiático, la temporada de los monzones se extiende de junio a septiembre. Estos son los meses en los que el monzón del suroeste, un sistema meteorológico estacional formado por vientos cargados de humedad procedentes del mar, trae fuertes lluvias al continente. Gracias a los monzones, la vegetación de la región es exuberante y se favorece el cultivo del arroz. La temporada de los monzones dificultaba el tránsito por la ruta Ho Chi Minh, haciendo que las carreteras fueran intransitables.
Las tácticas y estrategias militares empleadas por las fuerzas norteamericanas no estaban dando resultados. Había llegado el momento de mirar al cielo, pero no precisamente en busca de ayuda divina, sino para modificar el clima.
Sembrando nubes, cosechando lluvia
El 13 de noviembre de 1946, Irving Langmuir (1881-1957) experimentó una alegría similar a la del día en que se enteró de que había ganado el Premio Nobel de Física. Se encontraba en el aeropuerto de Schenectady, Nueva York, observando el vuelo de una avioneta desde la que su ayudante, a unos 4.000 metros de altura, arrojaba gránulos de hielo seco a una nube. Después de unos segundos, la nube comenzó a disiparse y se convirtió en lluvia. Langmuir estaba encantado: había encontrado una manera de controlar el clima.
Se empezó a desarrollar modificación artificial del clima para generar precipitaciones a pequeña escala y también se experimentó con ella para debilitar los ciclones tropicales.
En 1947 se puso a prueba el Proyecto Cirrus, financiado por el gobierno de Estados Unidos, que pretendía debilitar los huracanes sembrando sus nubes con hielo seco, pero los resultados fueron desastrosos en cuanto a daños y surgieron amenazas de demandas contra el gobierno. El Proyecto Cirrus fue rápidamente archivado.
En 1962, los avances científicos permitieron que se retomase la idea de debilitar los huracanes. Esta vez, la siembra de las nubes de un huracán ya no se haría con hielo seco sino con yoduro de plata, lo que alteraría su estructura interna. El proyecto recibió el nombre de Proyecto Stormfury.
Operación Popeye en la Guerra de Vietnam
La lluvia podría ayudar a las fuerzas estadounidenses a interrumpir las operaciones logísticas en la ruta Ho Chi Minh. Con este fin, se desarrolló un programa de alto secreto de modificación artificial del clima mediante la siembra de nubes para inducir la lluvia, con el fin de extender la temporada de monzones en la zona de la ruta Ho Chi Minh.
En un memorando al Secretario de Estado, se informó que durante la fase de prueba del Proyecto Popeye (Laos, 1966), el 82% de las nubes sembradas produjeron precipitaciones a niveles superiores a los normales. El informe señala que los científicos del Departamento de Defensa de Estados Unidos creen que el experimento demostró la "capacidad de aumentar y mantener las precipitaciones en condiciones controladas hasta el nivel en el que el suelo se satura durante un período prolongado, lo que ralentiza el movimiento de las personas y hace que la operación del vehículo sea poco práctica".
El Proyecto Popeye pasó de ser un experimento a un programa operativo del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, llamado Operación Popeye. Las operaciones militares estuvieron a cargo del 54.º Escuadrón de Reconocimiento Meteorológico, que se encargó de la siembra de nubes con yoduro de plata y yoduro de plomo entre 1967 y 1972 sobre Laos, Vietnam y Camboya. Aunque la cadena logística de la Ruta Ho Chi Minh se ralentizó al prolongarse el período monzónico entre 30 y 45 días, siguió funcionando, por lo que el éxito militar fue relativo.
Revelación pública y escándalo
Entre 1971 y 1972 se publicaron varios artículos en los que se afirmaba que la modificación artificial del clima se estaba utilizando como arma en Vietnam. El Senado solicitó informes al Pentágono, que retrasó su entrega y posteriormente argumentó que no hubo consecuencias ambientales negativas y que la Operación Popeye había sido responsable de un aumento de las precipitaciones de sólo el 5%.
La indignación pública detuvo la Operación Popeye en 1972, seguida por una resolución del Senado en 1973 que prohibía "el uso militar de cualquier técnica de modificación geofísica o ambiental".
La modificación artificial del medio ambiente con fines militares u otros fines hostiles fue tema de discusión a partir de la Conferencia de Estocolmo de 1972. La Declaración acordó que las naciones tenían la obligación de garantizar que sus actividades no dañaran el medio ambiente de otras naciones.
Tratados internacionales: sólo para usos pacíficos
En 1974, el presidente estadounidense Richard Nixon (1913-1994) y el secretario general de la URSS, Leonid Brezhnev (1906-1982), acordaron entablar conversaciones bilaterales para superar el peligro de utilizar técnicas de manipulación ambiental con fines militares.
En 1976, las Naciones Unidas implementaron la Convención sobre la Prohibición de utilizar Técnicas de Modificación Ambiental para Fines Militares u Otros Fines Hostiles (ENMOD), un tratado que compromete a las más de 70 naciones que lo han firmado a no utilizar técnicas de modificación ambiental para fines militares u otros fines hostiles. Entre ellas se incluyen todas aquellas que "tienen por objeto alterar, mediante la manipulación deliberada de los procesos naturales, la dinámica, la composición o la estructura de la Tierra, incluidas su biótica, litosfera, hidrosfera y atmósfera, o del espacio exterior".
Esta Convención no impide la utilización de técnicas de modificación ambiental con fines pacíficos, que de hecho se utilizan en más de 50 países alrededor del mundo, en algunos para combatir la sequía, como en Estados Unidos, China, India y Rusia entre otros; mientras que en Argentina, España, Francia, Italia, Bulgaria y más, para la supresión del granizo.