El presidente sirio Ahmed al-Sharaa descarta por ahora conversaciones directas con Israel sobre los Acuerdos de Abraham

Tras la primera visita del líder sirio a la Casa Blanca, Trump afirma que Siria será un "país muy exitoso", destaca los "anuncios" y califica a Sharaa como un "gran defensor" de la paz.

Tras su histórica visita a la Casa Blanca el lunes, el presidente sirio Ahmed al-Sharaa descartó la posibilidad de que su país se uniera a los Acuerdos de Abraham, declarando que las condiciones aún son prematuras para entablar conversaciones sobre un acuerdo de normalización con Israel. Sin embargo, en una entrevista con Fox News el lunes, después de su reunión en Washington con el presidente estadounidense Donald Trump, la primera de un líder sirio, Sharaa sugirió que Estados Unidos podría ayudar a allanar el camino hacia un acuerdo.

  • "No vamos a entablar una negociación directamente ahora mismo", declaró, a través de un intérprete, en respuesta a una pregunta sobre la adhesión de Siria a los Acuerdos de Abraham. "Tal vez la administración de Estados Unidos, con el presidente Trump, nos ayude a alcanzar este tipo de negociación".

Estados Unidos ha estado trabajando para mediar en un acuerdo entre Israel y Siria desde que Sharaa derrocó al dictador sirio Bashar al-Asad el año pasado. Tras la reunión, Trump no dio detalles sobre estos esfuerzos, limitándose a decir que su administración trabaja para que ambos países "se lleven bien". En una publicación en redes sociales el lunes por la noche, escribió que él y Sharaa "discutieron todas las complejidades de la paz en Oriente Medio, de la cual es un firme defensor".

Trump recibió a Sharaa en la Casa Blanca más temprano ese día, una visita que coronó un año extraordinario para el exrebelde convertido en gobernante, quien, desde que derrocó a Assad, ha buscado poner fin a décadas de aislamiento internacional de Siria.

El encuentro se produjo seis meses después de su primera reunión en Arabia Saudita, donde el mandatario estadounidense anunció planes para levantar las sanciones, y pocos días después de que Estados Unidos declarara que el excomandante de Al Qaeda ya no era un "Terrorista Global Especialmente Designado". Sharaa declaró a Fox News que los dos países ahora eran aliados.

"Siria ya no se considera una amenaza para la seguridad, sino un aliado geopolítico", afirmó. "Es un lugar donde Estados Unidos puede realizar grandes inversiones, especialmente en la extracción de gas".

  • Sharaa llegó a la Casa Blanca sin la pompa que suele acompañar las visitas de líderes extranjeros: entró por una puerta lateral, fuera del alcance de la prensa, en lugar de hacerlo por la puerta principal del Ala Oeste, donde se ubican las cámaras.

Sharaa, de 43 años, tomó el poder el año pasado después de que sus combatientes islamistas lanzaran una ofensiva relámpago desde su enclave en el noroeste de Siria y derrocaran a Assad pocos días después.

Desde entonces, la reconfiguración regional de Siria se ha producido a un ritmo vertiginoso, alejándose de los principales aliados de Assad, Irán y Rusia, y acercándose a Turquía, los países del Golfo y Washington. Se esperaba que la seguridad fuera uno de los temas principales de la reunión de Sharaa con Trump, quien, en un importante giro de la política estadounidense, ha buscado apoyar la frágil transición en Siria.

Estados Unidos está mediando en las conversaciones sobre un posible pacto de seguridad entre Siria e Israel, que sigue receloso de los antiguos vínculos de Sharaa con el terrorismo y ha criticado el trato que su gobierno da a las minorías. Tras la caída de Assad, tropas israelíes también han ocupado varias posiciones en el suroeste de Siria, en lo que el gobierno ha calificado como una medida de seguridad temporal.

Reuters informó la semana pasada que Estados Unidos planea establecer una presencia militar en una base aérea de Damasco.

Es posible que Siria también se una a una coalición liderada por Estados Unidos para combatir al grupo Estado Islámico. Sharaa declaró a Fox News que Siria y Estados Unidos "necesitan discutir estos asuntos y necesitamos… llegar a un acuerdo sobre el ISIS".

Tras la reunión, Trump declaró a la prensa: "Pueden esperar algunos anuncios sobre Siria".

El presidente estadounidense no dio detalles sobre el contenido de dichos anuncios pendientes, en respuesta a una pregunta sobre un posible acuerdo entre Israel y Siria.

"Queremos que Siria se convierta en un país próspero, y creo que este líder puede lograrlo. Dicen que ha tenido un pasado difícil. Todos hemos tenido pasados difíciles, pero, si no hubieras tenido un pasado difícil, no tendrías ninguna oportunidad", declaró Trump a los periodistas en el Despacho Oval.

  • Señaló que Sharaa "se lleva muy bien" con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, a quien calificó de "gran líder". "También estamos trabajando con Israel para que se lleve bien con Siria, para que se lleve bien con todos, y eso está funcionando de maravilla", afirmó Trump.

Luego se refirió brevemente a Gaza, señalando que Hamás ha devuelto "numerosos cuerpos" de rehenes fallecidos en los últimos días. "Trabajaron arduamente para lograrlo. Por eso tenemos paz en Oriente Medio", concluyó Trump.

Apenas unas horas antes de las históricas conversaciones, surgieron noticias de dos complots separados del Estado Islámico para asesinar a Sharaa, que habían sido frustrados en los últimos meses, según un alto funcionario de seguridad sirio y un alto funcionario de Oriente Medio.

Las fuentes indicaron que estos complots subrayaban la amenaza directa que enfrenta Sharaa en su intento por consolidar el poder en un país devastado por 14 años de guerra civil.

Durante el fin de semana, el Ministerio del Interior sirio lanzó una campaña nacional contra células del Estado Islámico en todo el país, arrestando a más de 70 sospechosos, según informaron medios gubernamentales.

Último obstáculo: las sanciones

Días antes de la reunión, Trump declaró a la prensa en la Casa Blanca que se habían logrado grandes avances en Siria.

"Creo que (Sharaa) está haciendo un excelente trabajo. Es una región difícil, y él es un hombre duro, pero me llevé muy bien con él", afirmó Trump.

Tras la reunión entre Sharaa y Trump en Riad, en mayo, el presidente estadounidense anunció el levantamiento de todas las sanciones contra Siria. Sin embargo, las medidas más severas, conocidas como la Ley de Sanciones César, requieren la derogación por parte del Congreso. La Casa Blanca y el Departamento de Estado han respaldado públicamente su levantamiento antes de que finalice 2025, pero los expertos señalan que el cierre del gobierno podría afectar ese plazo.

Aun así, el lunes, el Departamento del Tesoro anunció la suspensión parcial de la imposición de sanciones durante 180 días.

La suspensión detendría todas las sanciones, excepto ciertas transacciones que involucren a Rusia e Irán, según informó el Tesoro, que añadió que esta medida reemplaza una exención previa aprobada el 23 de mayo.

No obstante, se esperaba que Sharaa abogara firmemente por la derogación permanente, lo que contribuiría a impulsar la inversión global en un país devastado por la guerra, cuya reconstrucción, según estimaciones del Banco Mundial, costará más de 200 mil millones de dólares.

Varios miembros influyentes del Congreso han solicitado el levantamiento de las sanciones César de 2019, aprobadas en respuesta a las violaciones de derechos humanos cometidas bajo el régimen de Assad. Algunos republicanos, compañeros de Trump en el Partido Republicano, desean que las sanciones se mantengan, aunque esto podría cambiar si el expresidente ejerce presión.

Una propuesta presentada por la senadora Jeanne Shaheen, de Nuevo Hampshire, la principal demócrata en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, pondría fin a las sanciones sin condiciones. Otra propuesta, redactada por el senador Lindsey Graham, aliado de Trump y de línea dura, sugiere establecer condiciones para la derogación, las cuales se revisarían cada seis meses.

Sin embargo, los defensores argumentan que cualquier derogación con condiciones disuadiría a las empresas de invertir en Siria por temor a ser sancionadas. Mouaz Moustafa, director ejecutivo del Grupo de Trabajo de Emergencia para Siria, lo comparó con una "sombra que paraliza cualquier iniciativa para nuestro país".

El tejido social de Siria se ha visto sometido a una prueba más reciente. Nuevos brotes de violencia sectaria han dejado más de 2.500 muertos desde la caída de Assad, profundizando las heridas de la guerra civil y poniendo en duda la capacidad de los nuevos gobernantes para administrar en beneficio de todos los sirios.

La atención que Trump presta a Siria se produce mientras su administración busca mantener intacto el acuerdo de alto el fuego en Gaza, negociado por Estados Unidos entre Israel y Hamás, e impulsar su plan de 20 puntos para poner fin a la guerra de dos años en la Franja. Algunos de los problemas más difíciles siguen sin resolverse.

No contento con intentar lograr la paz en la Franja de Gaza, se informó que Trump también buscaba mejorar las relaciones entre Israel y Siria a través de su yerno, Jared Kushner, quien estuvo en Israel el lunes para reunirse con altos funcionarios israelíes.

Según el canal saudí Al-Hadath, la reunión de Kushner con el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu ese mismo lunes no se centró únicamente en Gaza, sino también en Siria.

El informe señala que ambos discutieron las preocupaciones de Israel respecto del posible acuerdo de seguridad con Siria, que se ha estado gestando durante algunos meses, aunque con escasos resultados. Según el mismo informe, Netanyahu pidió a Kushner que presionara a Siria para que avanzara con el acuerdo de seguridad, ya que ello podría allanar el camino para que el país se uniera a los Acuerdos de Abraham.