En Buenos Aires, Milei asegura a Sa’ar que abrirá la embajada en Jerusalén en 2026
La decisión de trasladar la embajada a Jerusalén consolida un giro histórico en la política exterior argentina y alinea al país con un reducido grupo de naciones que reconocen oficialmente a la ciudad como capital de Israel, una postura que podría reconfigurar vínculos regionales y generar repercusiones en organismos internacionales.
Durante un encuentro oficial realizado en Buenos Aires, el presidente argentino Javier Milei informó al ministro de Asuntos Exteriores israelí, Gideon Sa'ar, su intención de abrir la nueva embajada argentina en Jerusalén durante la primavera israelí de 2026, que va aproximadamente de marzo a junio. La información fue confirmada por la oficina del canciller israelí en un comunicado posterior a la reunión.
La decisión se inscribe dentro de un giro geopolítico significativo para Argentina y representa un respaldo explícito al reclamo israelí sobre Jerusalén como su capital, un movimiento que suele generar repercusiones en el escenario internacional, especialmente en el mundo árabe y en organismos multilaterales.
Profundización de vínculos y agenda económica
El comunicado del Ministerio de Exteriores israelí señaló que la conversación entre Milei y Sa'ar puso especial énfasis en cómo fortalecer las relaciones bilaterales y ampliar la cooperación económica entre ambos países.
Estos vínculos incluyen sectores como tecnología, seguridad, innovación agrícola, energía y defensa, áreas en las que Israel es un referente y que Milei considera estratégicas para la modernización económica argentina.
Durante el encuentro, Sa'ar alentó al presidente argentino a considerar la designación del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (IRGC) como organización terrorista. Israel impulsa firmemente esta clasificación en distintos foros internacionales debido al rol regional del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (IRGC) y su presunta vinculación con grupos armados y actividades desestabilizadoras en Medio Oriente.
Una reunión cargada de símbolos y afinidad personal
El encuentro también estuvo marcado por gestos simbólicos que reflejan la afinidad ideológica, espiritual y cultural de Milei con Israel y con la tradición judía.
Descripto como un "judeófilo firmemente proisraelí", Milei recibió a Sa'ar luciendo una kipá, el tradicional solideo judío, mientras el canciller israelí recitaba una bendición por su reciente triunfo en las elecciones parlamentarias argentinas.
La oficina de Sa'ar agregó que Milei le mostró una mezuzá, un pergamino ritual que contiene pasajes bíblicos y que se coloca en las puertas, instalada en la entrada de su despacho presidencial. Este tipo de gestos, que Milei ha repetido en otras ocasiones, buscan subrayar su cercanía con la comunidad judía y reafirmar la relevancia que asigna al vínculo con Israel.
Argentina, camino a integrar un grupo reducido y sensible
Con el anuncio de Milei, Argentina se prepara para convertirse en el octavo país en trasladar su embajada desde Tel Aviv a Jerusalén, sumándose a un grupo diplomático pequeño pero políticamente significativo.
Hasta ahora, solo siete naciones han tomado esta decisión:
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Estados Unidos
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Guatemala
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Honduras
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Kosovo
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Papúa Nueva Guinea
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Fiyi
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Paraguay
La incorporación de Argentina a esta lista consolidaría un reposicionamiento internacional sin precedentes en la política exterior del país, alineándolo más estrechamente con Jerusalén en un momento de tensiones regionales y redefiniciones globales.



