Entre el caos y la democracia: Libia, una vez más en la encrucijada
Los recientes enfrentamientos en Libia han reavivado el temor a una nueva guerra civil. Sin embargo, los expertos creen que los combates podrían brindar una oportunidad para romper el estancamiento político del país.
La inestabilidad reina en Trípoli, capital de Libia. A principios de mayo, estallaron combates entre las fuerzas estatales y grupos armados después de que el primer ministro Abdul Hamid Dbeibah emitiera un decreto que ordenaba el desmantelamiento de estas milicias, incluido el influyente Aparato de Apoyo a la Estabilización (SSA, por sus siglas en inglés). El jefe de esa milicia fue asesinado.
Según la ONU, la violencia que siguió a este asesinato causó la muerte de ocho civiles en Trípoli. Otros cincuenta y ocho cadáveres fueron encontrados posteriormente en un hospital controlado por el SSA.
"Los recientes combates en Trípoli, que han causado víctimas civiles, son una clara indicación de la fragilidad de la situación", dijo Hanan Salah, investigadora principal y directora asociada de la división de Oriente Medio y el Norte de África de Human Rights Watch (HRW). "El absoluto desprecio por los combates que Human Rights Watch documentó en medio de barrios civiles demuestra el flagrante desprecio que estos grupos armados tienen por las vidas y los medios de vida de los civiles", dijo.
Problemas sin resolver en Libia
"En los últimos años, el conflicto se ha congelado a medida que el botín se reparte entre distintos actores", afirma Tim Eaton, investigador del Programa para Oriente Medio y el Norte de África del centro de estudios Chatham House, con sede en Londres. Con el tiempo, "estos grupos han competido entre sí para apoderarse de porciones cada vez más grandes del Estado libio", afirma.
En un artículo reciente, Eaton señaló que el conflicto se había exacerbado en mayo por "una disputa por el control de una institución estatal, la Compañía Libia de Correos, Telecomunicaciones y Tecnología de la Información, que opera importantes monopolios en el sector de las telecomunicaciones".
En su opinión, la situación actual es muy peligrosa. "Existe una clara amenaza de otra guerra civil", sostiene. Pero Eaton y otros expertos creen que, a pesar de este contexto, aún hay esperanza.
"La ONU tiene una gran oportunidad para aprovechar este momento y lograr avances políticos", afirma Eaton. "Este nuevo escenario también parece ofrecer una opción para revitalizar la senda política. Cuando hubo otros brotes importantes de conflicto en Trípoli en 2014 y 2020, hubo cambios", señala.
En 2014, los combates en Trípoli provocaron la división del país. En 2020, se inició un proceso político liderado por la ONU para formar un nuevo gobierno. "Por lo tanto, existe una clara posibilidad de que algo así vuelva a ocurrir", cree Eaton.
Nueva hoja de ruta de la ONU
La crisis de mayo podría bien "representar una oportunidad importante para empezar a cambiar el curso de los acontecimientos y avanzar hacia la celebración de elecciones parlamentarias y presidenciales", coincide Mohammed al-Dairi, ex ministro de Asuntos Exteriores del gobierno de Trípoli. "El primer paso en esa dirección es la formación de un gobierno de unidad que ponga fin a las divisiones institucionales que actualmente afectan al país", explica.
Mientras tanto, la Misión de Apoyo de las Naciones Unidas en Libia (UNSMIL), lanzada inicialmente en 2011 para facilitar un proceso que condujera a elecciones democráticas, ha publicado un nuevo informe que describe cuatro escenarios que podrían servir como hoja de ruta para poner fin a la difícil fase de transición del país.
Estas opciones incluyen la celebración simultánea de elecciones presidenciales y legislativas, o la celebración primero de elecciones parlamentarias, seguidas de la adopción de una Constitución. Otra alternativa es adoptar primero una nueva Constitución y luego convocar elecciones, o establecer una comisión de diálogo político para perfeccionar las leyes electorales y definir la autoridad ejecutiva y la Constitución.
"Los partidos libios necesitan llegar a un consenso", afirma Salah, de HRW. "La crisis de derechos humanos y las divisiones políticas no se resolverán de la noche a la mañana", argumenta. "Celebrar elecciones libres y justas hoy es muy difícil, pero a largo plazo, ¿qué otra opción les queda a los partidos libios?"