¿Está Europa en camino de convertirse en un continente musulmán?
Europa avanza imparable hacia convertirse en un continente musulmán, ya que décadas de políticas pro-islámicas e inmigración masiva han llevado a un cambio de tendencias que reflejan el imparable crecimiento demográfico. Un informe del Pew Research Center (PEW), por ejemplo, revela que la población musulmana en Suecia podría llegar al 30% en 2050 incluso si las políticas de inmigración cambian radicalmente en todo el continente.

Bruselas ha estado enterrando las raíces cristianas del Viejo Continente, y sólo Polonia y Hungría defienden la tradición cultural y el valor de esta religión en la historia mundial.
La migración masiva de musulmanes está transformando el panorama religioso de Europa. ¿Se enfrenta el cristianismo, que antaño dominó la región, al fin de su influencia?
En uno de sus discursos más célebres, Viktor Orbán, actual primer ministro de Hungría, explicó que el país había pasado "décadas bajo el control de potencias anticristianas e internacionalistas" y que era hora de "basar nuestro gobierno en las enseñanzas de Cristo que hicieron grandes a Europa y a los húngaros".
"Nuestro deber es proteger las raíces cristianas de Europa. Necesitamos una renovación espiritual e intelectual», sostuvo el líder húngaro, explicando que, tras años de opresión bajo el régimen comunista, los cimientos de una nueva Hungría se asentaron sobre la «base del cristianismo". De hecho, la Constitución del país comienza: "¡Dios bendiga a los húngaros!"
Es difícil obtener datos precisos sobre la presencia islámica actual en Europa por muchas razones, incluido el hecho de que las constituciones de algunos países europeos prohíben cualquier censo basado en la religión
El informe del Pew Research Center (PEW) revela que algunas naciones muestran una tendencia más amplia hacia el cambio que otras, y se estima que Suecia tiene los niveles más altos de cambio. El 30,6% de sus ciudadanos serán musulmanes gracias a la llamada "fuga blanca". A Suecia le seguirán otros países con alta migración: Austria, Alemania y Francia, con entre un 18% y un 19,9% de población musulmana.
Si bien el Pew Research Center (PEW) informa que la migración masiva seguirá siendo el principal impulsor de estos cambios, incluso el modelo de migración cero muestra que el crecimiento continuo revela que hay otros factores en juego.
Una quinta parte de Europa será musulmana en 2050
Muchos políticos europeos hablan de la islamización del viejo continente. Entre las expectativas basadas en datos de una "invasión islámica de Europa" y las campañas de intimidación lideradas por extremistas intelectuales y políticos, la presencia islámica en Europa se ha convertido en uno de los temas de mayor preocupación para los líderes de opinión y los tomadores de decisiones europeos.
Nilüfer Göle, una destacada socióloga turca, sostiene en su libro de 2015, "Islam y secularismo: el futuro de la esfera pública europea", que el futuro de Europa y su democracia dependen de su capacidad para superar la política identitaria y los problemas asociados con los inmigrantes musulmanes. Estos temores surgen de la creciente presencia del Islam en Europa, lo que refleja el estado de miedo y pánico que se apodera de Europa, tanto oficial como popularmente, contra el Islam y los musulmanes. Esto dio lugar a la promulgación de numerosas leyes y decisiones que prohíben el hijab, el llamado a la oración y las mezquitas, entre otras prácticas que restringen a los musulmanes, especialmente sus libertades religiosas, a pesar del alto techo de libertad en Europa.
La socióloga turca Nilüfer Göle confirma que la confrontación de Europa con el Islam es un asunto resuelto, a la luz del aumento de las campañas de odio y acoso antimusulmanes y el auge de los movimientos de derecha en la escena política, según Al Jazeera.
Estimaciones futuras
Las estimaciones prospectivas indican que a mediados de este siglo los musulmanes constituirán una quinta parte de la población de la Unión Europea. Los investigadores Pierre Rostan y Alexandra Rostan publicaron en 2019 un estudio titulado: "¿Cuándo será mayoritaria la población musulmana europea y en qué país?"
El estudio, que incluyó a 30 países europeos, concluyó que, en el escenario más probable, los musulmanes se convertirán en mayoría después de unos 100 años en Suecia, Francia y Grecia, y se retrasarán hasta unos 115 años en Bélgica y Bulgaria, mientras que esto tardará unos 150 años en Italia, Luxemburgo y Gran Bretaña.
Estas expectativas fueron confirmadas por Hans-Georg Maaßen, ex jefe de la Oficina Federal para la Protección de la Constitución (BfV), la agencia federal de inteligencia interior de Alemania, en una entrevista con el periódico Austrian Express, afirmando que en 2200 la mayoría de la población de Europa será musulmana, y advirtiendo de lo que describió como la invasión de una cultura diferente que destruiría gradualmente la cultura europea.
"El Islam no es compatible con los valores y derechos de la civilización europea"
Giorgia Meloni, presidenta del Consejo de Ministros de Italia desde octubre de 2022.
La primer ministra italiana afirmó que "Europa está viviendo un proceso de islamización que está muy alejado de los valores de nuestra civilización" y añadió: "Creo que hay un problema de compatibilidad entre la cultura islámica y los valores y derechos de nuestra civilización".
Los comentarios se produjeron en el marco de un festival político organizado por el partido de Meloni en Roma, al que asistió el primer ministro británico, Rishi Sunak.
En su discurso, Sunak dijo que impulsaría reformas integrales al sistema de asilo, aunque advirtió que la amenaza del creciente número de refugiados podría abrumar partes de Europa y advirtió que algunos enemigos estaban "trayendo deliberadamente gente a nuestras costas para tratar de desestabilizar nuestras sociedades", informó el Hindustan Times.
"Si no abordamos este problema, las cifras no harán más que aumentar. Desbordarán a nuestros países y nuestra capacidad para ayudar a quienes más la necesitan", declaró el primer ministro británico, Rishi Sunak, y concluyó: "Si eso nos obliga a actualizar nuestras leyes y a liderar un diálogo internacional para modificar los marcos de posguerra en materia de asilo, debemos hacerlo".