Irán mantendrá conversaciones nucleares en Ginebra con el Reino Unido, Francia y Alemania

Las reuniones a nivel de viceministros de Asuntos Exteriores se producen después de que el trío europeo amenazara con volver a imponer sanciones en virtud del acuerdo nuclear de 2015 si Irán no frena el enriquecimiento de uranio o permite las inspecciones.

Teherán, Irán — Las conversaciones nucleares previstas para el martes entre Irán y el Reino Unido, Francia y Alemania se celebrarán en Ginebra, informaron los medios estatales iraníes.

"El martes, Irán y las tres partes europeas del acuerdo nuclear de 2015, junto con la Unión Europea, mantendrán una nueva ronda de conversaciones a nivel de viceministros de Asuntos Exteriores en Ginebra", informó el lunes la televisión estatal.

  • La reunión será la segunda desde la guerra de 12 días de Irán con Israel a mediados de junio, durante la cual Estados Unidos también llevó a cabo ataques contra las instalaciones nucleares de Teherán. La ronda anterior de conversaciones se celebró en Estambul el 25 de julio.

El trío europeo ha amenazado con activar un mecanismo de restablecimiento de las sanciones previstas en el acuerdo nuclear de 2015, que restablecería las sanciones de las Naciones Unidas levantadas en virtud del acuerdo, a menos que Irán acepte frenar su enriquecimiento de uranio y restablecer la cooperación con los inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

La República Islámica suspendió las negociaciones nucleares con Estados Unidos después de que Estados Unidos e Israel bombardearon sus instalaciones nucleares durante una guerra de 12 días en junio. Israel afirmó que el ataque generalizado contra los principales líderes militares de Irán, los científicos nucleares, las plantas de enriquecimiento de uranio y el programa de misiles balísticos era necesario para impedir que Teherán llevara a cabo su plan declarado de destruir el Estado judío.

Irán respondió a los ataques israelíes lanzando más de 500 misiles balísticos y alrededor de 1100 drones contra Israel. Los ataques causaron la muerte de 31 personas y heridas a más de 3000 en Israel, según funcionarios de salud y hospitales.

Irán cuestiona la legalidad de invocar la cláusula de redistribución de uranio y acusa a los europeos de incumplir sus compromisos en virtud del acuerdo.

El lunes, antes de las conversaciones, el presidente iraní, Masoud Pezeshkian, habló por teléfono con el presidente ruso, Vladimir Putin, sobre el programa nuclear de Teherán. El Kremlin dijo que ambos "discutieron la situación en torno al programa nuclear de Irán", pero no dio más detalles sobre lo que discutieron.

  • La presidencia iraní dijo que Pezeshkian agradeció a Putin por su apoyo al "derecho al enriquecimiento" de Teherán y afirmó que Irán "no busca, ni buscará jamás, construir armas nucleares". Ambos países han fortalecido sus lazos políticos, militares y económicos durante la invasión rusa de Ucrania.

Irán ha buscado regularmente coordinar su postura con Rusia y China antes de las conversaciones nucleares claves con Estados Unidos y Europa durante el enfrentamiento actual. El periódico económico ruso Kommersant informó el lunes que Moscú también se opone a la idea de redistribuir el uranio.

"Las amenazas de Gran Bretaña, Alemania y Francia de activar el mecanismo para reintroducir las sanciones de la ONU previamente suspendidas contra Irán constituyen un grave factor desestabilizador", afirmó el Ministerio de Asuntos Exteriores, según el periódico.

Rusia, Gran Bretaña, Francia y Alemania, junto con China y Estados Unidos, llegaron a un acuerdo con Irán en 2015, formalmente denominado Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC).

El acuerdo garantizó a Irán un alivio de las sanciones a cambio de restricciones a su programa nuclear para garantizar que Teherán no pudiera desarrollar un arma nuclear, algo que siempre ha negado querer hacer. Sin embargo, la retirada unilateral de Washington del acuerdo en 2018, durante el primer mandato del presidente estadounidense Donald Trump, y la reimposición de severas sanciones económicas, llevaron a Irán a comenzar a dar marcha atrás en sus propios compromisos, en particular respecto del enriquecimiento de uranio.

Tras la retirada de Estados Unidos, Londres, París y Berlín reafirmaron su compromiso con el acuerdo y expresaron su intención de continuar comerciando con Irán. Como resultado, las sanciones de la ONU y la Unión Europea (UE) no se restablecieron, ni siquiera cuando Trump las reinstauró. Sin embargo, el mecanismo previsto por los países europeos para compensar el regreso de las sanciones estadounidenses ha tenido dificultades para materializarse, y muchas empresas occidentales se han visto obligadas a abandonar Irán, que enfrenta una alta inflación y una crisis económica.

El plazo para activar el mecanismo de redespliegue expira en octubre, pero según el Financial Times, los europeos han ofrecido extenderlo si Irán reanuda las conversaciones nucleares con Washington y se compromete nuevamente con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

El ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, ha declarado que los europeos no tienen derecho a hacerlo.

Irán ha negado sistemáticamente que busque adquirir armas nucleares. Sin embargo, ha enriquecido uranio a niveles que superan el uso pacífico, ha impedido que los inspectores internacionales verifiquen sus instalaciones nucleares y ha ampliado su capacidad de misiles balísticos. Israel afirmó que, antes de la guerra, Irán había tomado medidas para su armamentización.