ISIS y Al Qaeda han evolucionado en la última década y continúan representando una amenaza global, según analistas
Una década después de los mortíferos atentados yihadistas en París, ambos grupos se han reconfigurado: han perdido sus antiguos refugios en Siria e Irak y concentran hoy la mayor parte de su actividad en África.

Más de diez años después de los ataques del 13 de noviembre de 2015, el Estado Islámico (ISIS) y Al Qaeda, los dos grupos yihadistas más notorios del mundo, han sufrido profundas transformaciones. Aun debilitados, sus filiales siguen representando una amenaza significativa para la seguridad internacional, especialmente desde el continente africano, según coinciden diversos analistas.
En el pasado, ambos movimientos contaban con un fuerte liderazgo central que les permitía entrenar y enviar comandos a Europa, como en los atentados del 13 de noviembre de 2015 en París, que dejaron 130 muertos.
Hoy, el Estado Islámico (ISIS) ha perdido los refugios de los que disponía en Siria e Irak. Sus líderes más emblemáticos, Abu Bakr al-Baghdadi (ISIS) y Ayman al-Zawahiri (Al Qaeda), murieron en ataques estadounidenses en 2019 en Siria y en 2022 en Afganistán, respectivamente.
- Actualmente, "la estructura de los centros de mando está considerablemente debilitada; sus líderes son poco conocidos y probablemente tienen una participación limitada en la gestión directa de la amenaza", explicó una fuente de seguridad francesa bajo condición de anonimato.
"Estamos presenciando una reconfiguración del movimiento yihadista, con ciertos frentes donde las filiales siguen particularmente activas", señaló a la AFP Marc Hecker, director ejecutivo del Instituto Francés de Relaciones Internacionales (IFRI) y coautor de La guerra de los veinte años: yihadismo y contraterrorismo en el siglo XXI. No obstante, subrayó que "el objetivo estratégico final, tanto para Al Qaeda como para Daesh (ISIS), no ha cambiado: el establecimiento de un califato global".
Una amenaza "de efecto dominó"
La amenaza en Europa también ha cambiado: los ataques aislados, inspirados por la ideología yihadista pero no ordenados directamente por las organizaciones, se han convertido en la forma más frecuente de violencia.
"Hemos pasado de una amenaza proyectada, a una amenaza que ahora suele ser de origen interno", indicó a la AFP el fiscal antiterrorista francés Olivier Christen. Se trata, en muchos casos, de "personas que se encuentran en territorio francés, que nunca han salido del país y que, si bien no necesariamente mantienen vínculos directos con organizaciones terroristas, se inspiran en ellas".
Los grupos yihadistas operan hoy principalmente en África y en algunas zonas de Asia, mucho más que en Europa. "Están lejos del mundo occidental. Operan principalmente en África, Oriente Medio y Asia", apuntó Alexandre Rodde, del Centro Nacional de Investigación de la Gendarmería de Francia (CRGN) y académico visitante en la Universidad de Coventry.
- Mientras que en 2015 el epicentro del yihadismo se ubicaba entre Irak y Siria, la presencia del Estado Islámico (ISIS) en Siria se estima actualmente entre 1.000 y 1.500 combatientes, según una fuente de seguridad francesa. La cifra contrasta con los entre 6.000 y 7.000 combatientes en África Occidental, en la región del lago Chad y Nigeria, o los 2.500 estimados en el Sahel.
En esta última región, el grupo afiliado a Al Qaeda, el Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM), se expande rápidamente y amenaza la estabilidad de varios gobiernos, en particular la junta militar de Malí. El movimiento incluso asfixia la economía maliense mediante un bloqueo a los suministros de combustible.
"Existe una creciente preocupación de que, si Malí cae, podría producirse un efecto dominó en otros gobiernos de la región, incluidos los de Burkina Faso y/o Níger, y el temor a que este impulso promueva a los yihadistas por toda la costa occidental de África", advirtió el Centro Soufan, un centro de estudios estadounidense especializado en inteligencia y seguridad.
En otras zonas del continente, "el Estado Islámico del África Occidental (ISWAP) es una rama muy activa", y en el Cuerno de África "el principal actor sigue siendo Al-Shabaab, vinculado a Al Qaeda", agregó Hecker. "África es ahora el epicentro del terrorismo y amenaza directamente nuestros intereses", señaló esta semana el jefe de la inteligencia exterior francesa, Nicolas Lerner, en declaraciones a la radio francesa.
"Capacidad reducida"
Los yihadistas también se han beneficiado del caos posterior a la caída, el año pasado, del presidente sirio Bashar al-Asad, una figura laica derrocada por un grupo que en su día estuvo afiliado a Al Qaeda.
"Con la caída del régimen de Bashar al-Asad, la libertad de movimiento de los yihadistas aumentó", explicó la fuente de seguridad francesa. "Y el ISIS aprovechó esta oportunidad", añadió, aunque recalcó que existen pocos indicios de que los extremistas estén recuperando su antigua supremacía en la región.
- La filial del Estado Islámico (ISIS) en Jorasán, en Afganistán, país hoy gobernado por los talibanes, que en otro tiempo dieron refugio a Al Qaeda bajo Osama bin Laden, "es la más activa", afirmó Rodde.
Decenas de personas murieron en los atentados perpetrados por el grupo en la ciudad iraní de Kermán en enero de 2024 y en una sala de conciertos a las afueras de Moscú ese mismo año. "Su capacidad para causar daño se ha reducido considerablemente", añadió la fuente de seguridad francesa. "Los talibanes están librando una guerra feroz y efectiva contra ellos".

