Israel presiona a Beirut ante el rearme de Hezbolá: “Actúen antes de que tengamos que hacerlo”
Los ataques aéreos israelíes se intensifican mientras Jerusalén pierde la paciencia con el lento desarme del grupo chií. Estados Unidos y Francia advierten al Líbano de que el tiempo se agota.
Un año después de que Israel detuviera su invasión del Líbano mediante un alto el fuego considerado favorable, otra operación de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) contra Hezbolá parece cada vez más probable. Según el acuerdo negociado en 2024 por Estados Unidos y Francia, el grupo chií respaldado por Irán debía ser desarmado y se le prohibía reconstruir su poder militar. Sin embargo, como advirtió el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu la semana pasada, Hezbolá ha continuado rearmándose. "Haremos todo lo necesario para impedirlo", afirmó.
Escalada de ataques y advertencias
En las últimas semanas, Israel ha multiplicado sus ataques aéreos contra posiciones de Hezbolá, con decenas de bombardeos sobre el sur del Líbano y el valle de la Bekaa. "Esto es solo un anticipo de lo que ocurrirá si Hezbolá no se desarma", dijo un alto oficial israelí al Canal 12 de Israel.
- Jerusalén habría dado un ultimátum a Beirut: si las Fuerzas Armadas Libanesas (FAL) no intensifican su campaña de desarme, Israel, con respaldo estadounidense, atacará objetivos en todo el país, incluida Beirut.
El embajador estadounidense Tom Barrack reforzó el mensaje: si el gobierno libanés no cumple, "Hezbolá se enfrentará inevitablemente a una gran confrontación con Israel, en un momento de fortaleza israelí y debilidad iraní".
Un desarme que no avanza
Tras el alto el fuego de noviembre de 2024, el ejército libanés debía sustituir a Hezbolá en el sur del país. Pero, pese a los avances técnicos, eliminación de 10.000 cohetes y 400 misiles, Israel considera insuficiente el esfuerzo.
"El despliegue del ejército libanés no significa que esté neutralizando la reconstrucción de Hezbolá", explica Sarit Zehavi, directora del Instituto Alma. Según ella, las Fuerzas Armadas Libanesas (FAL) evitan entrar en aldeas o viviendas donde el grupo oculta sus armas. "Hezbolá prioriza el norte del río Litani, donde opera con libertad", añadió. Mientras tanto, el líder del movimiento, Naim Qassem, acusa al gobierno de "servir al proyecto israelí" y advierte de una posible guerra civil si continúa el desarme.
Hezbolá se rearma y espera
Informes de inteligencia y del Wall Street Journal señalan que Hezbolá está reconstruyendo su arsenal, incluidos cohetes, misiles antitanque y artillería. "Está haciendo exactamente lo que hizo tras 2006", afirma la analista Orna Mizrahi.
- A pesar de los ataques israelíes y de los golpes sufridos por Irán, el grupo ha optado por no responder militarmente, en lo que expertos del Instituto de Contraterrorismo de la Universidad Reichman describen como "una estrategia de supervivencia y espera".
El cálculo político también influye: las elecciones parlamentarias libanesas previstas para mayo de 2026 podrían permitir a Hezbolá consolidar su poder si mantiene intactas sus armas. "Necesitan las armas para intimidar y garantizar los 27 escaños chiíes", señala Hanin Ghaddar, del Instituto de Washington para la Política del Cercano Oriente.
La presión de Estados Unidos e Israel
Israel parece apostar por la presión diplomática y militar para evitar una nueva guerra, mientras Washington aumenta las advertencias. Barrack ha insistido en que el Líbano tiene su "última oportunidad" para negociar con Israel una frontera terrestre y un calendario de desarme. "Tenemos a Israel dispuesto a firmar acuerdos fronterizos con todos sus vecinos, mientras en Líbano aún es ilegal mencionar la palabra 'Israel'", ironizó el embajador en un discurso reciente en Baréin.
Por su parte, el presidente libanés Joseph Aoun se muestra abierto al diálogo: "Cuando la guerra no conduce a resultados, la negociación es la única alternativa. Y la negociación se hace con enemigos, no con aliados".
Beirut evalúa incluir a "expertos técnicos" civiles en el mecanismo de supervisión del alto el fuego para iniciar conversaciones discretas sin generar rechazo interno. Analistas como Hussain Abdul-Hussain advierten, sin embargo, que Hezbolá podría usar esas negociaciones como maniobra dilatoria.
El factor papal y el reloj de Israel
Aunque Israel mantiene la opción de una ofensiva militar, la inminente visita del Papa León XIV al Líbano, del 30 de noviembre al 2 de diciembre, actúa como un freno temporal. Bombardear durante la visita sería un error diplomático que desviaría la atención del aislamiento de Hezbolá hacia los daños civiles.
No obstante, una vez que el pontífice regrese a Roma, la situación podría cambiar drásticamente.
Si a fin de año el ejército libanés no ha desarmado a Hezbolá, o demuestra no tener intención de hacerlo, Israel podría lanzar una campaña aérea breve pero intensa, con el objetivo de degradar la infraestructura militar del grupo antes de un nuevo alto el fuego.
- Todo dependerá de si la presión actual, militar, diplomática y mediática, logra lo que hasta ahora nadie ha conseguido: que el Estado libanés imponga su autoridad sobre Hezbolá antes de que lo haga Israel.


