Kushner y Netanyahu siguen buscando una solución al estancamiento sobre los terroristas en los túneles de Rafah

Un funcionario israelí desmintió que el país haya aprobado un plan para exiliar a combatientes de Hamás a un tercer país, mientras que Estados Unidos sostiene que este tema no debe obstaculizar el plan de paz general del presidente Trump.

Jerusalén / Washington – Jared Kushner, asesor principal del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, continúan intentando resolver el conflicto por los 100-200 combatientes de Hamás atrincherados en los túneles de Rafah, ubicados en el lado israelí de la Línea Amarilla, sin que hasta el momento se haya alcanzado un acuerdo.

Un funcionario israelí declaró a The Times of Israel que "no existe una solución consensuada con respecto a los terroristas en Rafah".

De acuerdo con un informe del Canal 12, Israel presentó un plan que permitiría la salida de los miembros de Hamás siempre que entregaran sus armas y se comprometieran a no reincidir en actividades terroristas. Según la cadena, el plan contempla que los combatientes se desarmen "siguiendo las instrucciones del presidente Trump" y que Israel se comprometa a no atacarlos al abandonar los túneles.

Por su parte, la emisora pública Kan señaló que, aunque Kushner instó a Netanyahu a permitir el paso desarmado hacia el lado occidental de Gaza, Israel rechazó la propuesta. Kushner habría subrayado la importancia que este tema tiene para Trump y que Washington no aceptaría un desenlace en el que los combatientes fueran eliminados.

El sitio Ynet informó que Netanyahu y Kushner habrían acordado un plan de exilio de los combatientes a un tercer país; sin embargo, hasta el momento ningún país ha aceptado acogerlos. Un funcionario israelí negó la existencia de tal acuerdo.

La oficina de Netanyahu ha reiterado que no concederá un salvoconducto a los combatientes atrincherados. Funcionarios estadounidenses han recordado a Israel que este conflicto no debe eclipsar el desafío mayor que supone la presencia de aproximadamente 20.000 operativos armados en Gaza bajo control de Hamás.

Turquía desempeña un papel central como mediador en las conversaciones coordinadas por Washington. El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, se reunió el lunes con el ministro de Asuntos Exteriores turco, Hakan Fidan, para abordar el alto el fuego en Gaza y los pasos necesarios para garantizar la estabilidad regional.

Diversos informes señalan que la repatriación, el domingo, de los restos de Hadar Goldin, soldado israelí asesinado en 2014 y cuyo cuerpo permaneció retenido en Gaza durante 11 años, estuvo vinculada a las negociaciones sobre la evacuación de los combatientes de Hamás, aunque no se han emitido declaraciones oficiales.

Politico publicó documentos del centro de monitoreo del alto el fuego en Gaza, liderado por Estados Unidos, que reflejan dudas sobre la capacidad de mantener la tregua. Una presentación obtenida por el sitio mostraba un signo de interrogación entre las fases uno y dos del alto el fuego, subrayando la incertidumbre respecto a la creación de una Fuerza Internacional de Estabilización y al desarme de Hamás.

Un portavoz del Departamento de Estado desestimó las afirmaciones y aseguró que todos los países involucrados desean formar parte del esfuerzo de paz liderado por Trump. "Desde que el presidente anunció su Plan de 20 Puntos, hemos recibido una avalancha de propuestas de decenas de países y ONG", señaló. "No podemos comentar el contenido de todas ellas. El gobierno de Trump seguirá respetando el alto el fuego y aplicando el Plan de 20 Puntos de manera efectiva".

El Departamento de Estado también desmintió un informe de la cadena saudí Al-Hadath que afirmaba que Yasser Abu Shabab, líder de una milicia anti-Hamás en Gaza, se reunió en secreto con Kushner en Kiryat Gat. El informe aseguraba que discutieron la participación de la milicia en la salida de los combatientes de Hamás, sin precisar la fecha del encuentro. Kushner llegó a Israel el lunes.

La milicia Abu Shabab, formada hace seis meses y con base en el este de Rafah, recibe apoyo militar y económico de Israel. Se define como una fuerza anti-Hamás y busca derrocarlo. Según los informes, sus representantes estarían presentes diariamente en el Coordinación Cívico-Militar de Estados Unidos (CMCC) en Kiryat Gat, en el sur de Israel.