Netanyahu vincula la propaganda de Hamás con el asesinato del personal de la embajada en Washington

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, atribuye el asesinato de dos empleados de la embajada de Israel en Washington a la propaganda de Hamás y a informes falsos sobre supuestas atrocidades de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en Gaza. En un video en inglés publicado por su oficina, Netanyahu afirma que el ataque contra Yaron Lischinsky y Sarah Milgrim, llevado a cabo la noche del miércoles 21 de mayo, no fue un acto aislado. Según el primer ministro, el terrorista "antisionista y antisemita" disparó a la pareja mientras gritaba "¡Palestina libre!" durante su arresto, con la clara intención de matar judíos.

"Estamos presenciando el terrible precio del antisemitismo y la furiosa incitación (a la violencia) contra el Estado de Israel", lamentó el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. Pero fue más allá, equiparando la solidaridad con Palestina con el nazismo. "Para estos neonazis, 'Palestina libre' es simplemente la versión actual de 'Heil Hitler'", dijo.

También arremetió contra el Reino Unido, Francia y Canadá, a cuyos dirigentes acusó de "alentar a Hamás a seguir luchando eternamente"

Netanyahu denuncia que la comunidad internacional acepta la narrativa de Hamás, que acusa a Israel de causar hambruna entre los niños palestinos. El primer ministro israelí destacó que desde el 7 de octubre, Israel ha facilitado la entrada de 92.000 camiones de ayuda a Gaza, equivalentes a 1,8 millones de toneladas de ayuda humanitaria. Sin embargo, afirma que gran parte de esta ayuda ha sido confiscada por Hamás para beneficiar a sus miembros terroristas, en lugar de llegar a la población civil.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, critica a las instituciones internacionales por amplificar estas falsas acusaciones. Según Netanyahu, un alto funcionario de la ONU afirmó recientemente que 14.000 bebés palestinos morirían en 48 horas, una declaración que, según él, fue repetida por la prensa y creída por las masas. Este clima de desinformación, sostiene, contribuyó al clima que condujo al brutal asesinato de la joven pareja en Washington.

El líder israelí insistió en la imposibilidad de un Estado palestino "pacífico" y acusó a los dirigentes europeos de haberse "tragado la propaganda de Hamás", incluso en lo que respecta a la hambruna que asola Gaza tras casi tres meses de bloqueo. El ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Gideon Saar, también vinculó directamente el ataque con las críticas a las masacres y la incitación deliberada a la hambruna en Gaza.

"Existe una relación directa entre el discurso de odio antisemita y antiisraelí y este asesinato. Esta incitación también la llevan a cabo líderes y funcionarios de numerosos países y organizaciones internacionales, especialmente en Europa", afirmó.

Los aliados más radicales del gobierno israelí no se quedaron atrás, añadiendo su dosis de mesianismo y lanzando acusaciones contra los opositores israelíes que critican al gobierno. El opositor israelí Yair Golan replicó que, en realidad, fue Netanyahu quien "alimentó el antisemitismo y el odio hacia Israel, poniendo en peligro a todos los judíos del mundo".

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, rechaza firmemente las propuestas de algunos países de reconocer unilateralmente un Estado palestino. Netanyahu sostiene que los terroristas de Hamás no buscan la creación de un Estado palestino, sino la destrucción del Estado judío. También expresó su desconcierto ante la incapacidad de los líderes del Reino Unido, Francia y Canadá para comprender esta realidad. Estos países, en una declaración conjunta emitida esta semana, instaron a Israel a detener su ofensiva en Gaza, levantar las restricciones a la ayuda humanitaria, detener la expansión de los asentamientos en Judea y Samaria y avanzar hacia una solución de dos Estados.

Respecto de los rehenes retenidos por el grupo terrorista Hamás, Netanyahu reafirma su compromiso de hacer todo lo posible para lograr su liberación. El primer ministro israelí está dispuesto a aceptar un alto el fuego temporal para facilitar la liberación de más cautivos, pero insiste en que todos los rehenes deben ser liberados inmediatamente.

También destaca que Israel se enfrenta a una guerra de siete frentes desatada por Irán y sus aliados, donde a veces ocurren incidentes no deseados.

Netanyahu cita un incidente reciente en Yenín, donde tropas israelíes realizaron disparos de advertencia cerca de una delegación de diplomáticos árabes y europeos que visitaban Judea y Samaria. El incidente, que no dejó heridos, provocó indignación en varios países, algunos de los cuales convocaron a los enviados israelíes para expresar su condena.

El Primer Ministro sostiene que el ejército israelí lamentó el incidente, ya que Israel no ataca a civiles ni diplomáticos, sino a terroristas, a diferencia de Hamás. Sin embargo, lamenta que países críticos no reconozcan esta diferencia.
Mientras tanto, la guerra continúa en Gaza, y al menos 52 personas más han muerto recientemente, la mayoría en la ciudad de Gaza y Deir al-Balah. Además, Israel lanzó recientemente una serie de ataques aéreos casi simultáneos contra zonas predominantemente chiítas en el sur y el este del Líbano, donde Hezbolá está fuertemente establecido.