Un fuerte terremoto de magnitud 7,2 sacudió Papúa Nueva Guinea
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) informó sobre un fuerte terremoto de magnitud 7,2 en Papúa Nueva Guinea la madrugada del sábado 5 de abril, lo que provocó una alerta de tsunami para la región que luego se levantó. El terremoto ocurrió a las 6:04 a.m. hora local cerca de la ciudad de Kimbe en el distrito de Talasea, provincia de Nueva Bretaña Occidental.
Un terremoto de magnitud 7,2 sacudió la costa de la región de Nueva Bretaña de Papúa Nueva Guinea, informó el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
El sismo se produjo a una profundidad de 49 kilómetros, y aunque diversos centros habían advertido de la posibilidad de un tsunami, ya no existe riesgo de que se produzca un fenómeno de este tipo. La alerta de tsunami afectó a todos los países de la región, incluidos principalmente Indonesia, Filipinas, Australia, Nueva Zelanda y las islas americanas del Océano Pacífico. El evento se sintió con gran intensidad en el norte de Australia.
El Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico (PTWC), operado por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) en Ewa Beach, Hawaii, uno de los dos centros de alerta de tsunamis en los Estados Unidos, fue una de varias organizaciones alrededor del mundo que emitieron una alerta de tsunami.
"Las olas están alcanzando de 1 a 3 metros por encima del nivel de la marea y podrían llegar a la costa de Papúa Nueva Guinea", decía el mensaje. En un segundo mensaje, respecto a las Islas Salomón, especificaron que las olas detectadas fueron de 0,3 metros sobre el nivel del mar; al tiempo que precisaron que "no hubo reportes de daños en este momento", informó Associated Press.
¿Qué se sabe sobre el terremoto en Myanmar?
Se trata del segundo gran terremoto en la región, después del que azotó el sudeste asiático, que dejó miles de muertos en su epicentro en Myanmar y tuvo fuerte impacto en Tailandia y China.
Una semana después del terremoto, el número de muertos ha ascendido a 3.301 y el de heridos a 4.792, mientras que otras 221 personas siguen desaparecidas. Las cifras son provisionales, dado que los esfuerzos de búsqueda continúan, dado el nivel de destrucción sobre el terreno, y que el servicio de comunicaciones aún no se ha restablecido totalmente, lo que facilitaría las actualizaciones.